domingo, 30 de agosto de 2009

La ruptura. 1ª parte: un mes antes…

Matías, esto no puede seguir así, hay cosas que tienen que cambiar. Hace tres meses que no pasamos un día en paz, me están cansando tantas discusiones, la falta de comunicación, los celos… ya ni siquiera hacemos el amor, nos acostamos como dos desconocidos, cada uno a un lado. Matías, escúchame, deja de hacer esos garabatos y mírame, no puedo mas con todo esto – dijo Romina.
Matías la miraba sin interés, como si no hubiera escuchado ninguna de las palabras arrancadas con rabia de aquella boca frente a él… y siguió dibujando en su tablero como si estuviera solo.
Ella pegó un portazo y se fue a la calle. Estaba cansada, se la veía agotada, con ojeras interminables, ya no quería cinchar sola. Se sentía arrinconada y temía no encontrar una salida del pozo en el que se estaba hundiendo la pareja.

Romina caminaba en la calle… “Ya no le importo, ni siquiera me escucha. Solo piensa en él, y está bien, pero que deje las cosas claras, que no amenace con matarse cada vez que lo quiero dejar… y menos, si cuando decido seguir con él no me mira, no me escucha, no me toca… y estoy ahí para él, pero es como si no estuviera, lo mismo que una estatua sin el menor indicio de vida, ni presente, ni pasada, ni futura, una estatua sin nombre ni voz. Que estúpida me siento, pero lo quiero y no quiero lastimarlo. Lo mejor será que nos tomemos un tiempo”

Matías en su tablero de dibujo… “tengo que terminar este diseño, la verdad que estoy cansado, pero tengo que terminar. En dos meses los inversores del proyecto quieren ver los planos y las maquetas de la ciudad fluvial y necesito convencerlos de que somos la mejor opción, la firma no puede perder otro proyecto de semejante envergadura y por algo confiaron en mí, es mí deber pagar por esa confianza, tengo que dar lo mejor de mi para este trabajo... ¿Que espera Romina que haga? No la entiendo. Me exige cosas que no puedo darle… pide y pide y yo no tengo eso que pide, no sé que es “eso que pide”… Si fuera más clara, en lugar de venirme con reproches incomprensibles, seguro nos llevaríamos mejor. Pero no quiero perderla. No sabría que hacer sin ella”

Por la noche en el departamento...
Matías - Romí, tenemos que hablar.
Romina – Si, es cierto, hay cosas que tenemos que cambiar. Así no podemos seguir.
Matías – Tenés razón, no podemos seguir discutiendo constantemente por estupideces.
Romina – Si, lo mejor será que nos tomemos un tiempo.
No- dijo Matías y su cara transformóse en un infierno.
No te pongas así, no vamos a cortar, solo nos tomamos dos semanas y cada uno piensa que es lo que está haciendo mal y si es capaz de cambiarlo – intento explicarle Romina.
Matías - No, no me gusta eso de tomarse un tiempo. Así no funcionan las cosas, las parejas tienen que superar los problemas conjuntamente y no cada una por su lado.
Romina – Matías, hace tres meses que estamos con eso ¿y que hemos logrado hasta ahora? Nada, seguimos igual que siempre, no damos pie con bola… nos peleamos todos los días.
Matías – ¿y que pensás, que estando lejos vamos a poder solucionar los problemas de la convivencia? Estás muy equivocada, solo vamos a ver desde afuera el problema… y sabés que ver desde fuera los problemas es lo mas fácil, pero no lo mejor para solucionarlos.
Romina – No pienso que podamos solucionar los problemas, pero si clarificar que es lo que nos pasa.
Matías – Ah, entonces es eso: no estás segura de lo que te pasa conmigo.
Romina – No Matías, yo te quiero, pero estando todo el día juntos no puedo comprender que es lo que nos está destruyendo. No puedo ver que es lo que hago mal.
Matías – Esta bien, si estás tan decidida a irte, ¿que puedo hacer yo para retenerte?
Romina – Son dos semanas Matías, no exageres, ni te pongas en victima.
Matías – Ah claro, olvidé que mi novia es la señorita frialdad…
Romina – Ves, así no podemos seguir. Estas cosas se tienen que terminar, de lo contrario van a terminar con nosotros.
Matías – Bueno, dos semanas. Me van a venir bien para terminar el trabajo que tengo. ¿Cuando te vas y adonde?
Romina – No sé, mañana creo… y voy a estar quedándome en lo de Ana.
Matías – ¿Y Ana sabe?
Romina – Sí, se lo dije hoy por la tarde.
Matías – Ok, si necesitas algo me llamas.
Romina – Si Matías, no te preocupes. Vos también llámame si necesitas algo, pero tratemos de no necesitarnos muy seguido durante estás dos semanas. Prométemelo.
Matías – Está bien, prometido. ¿Estás contenta?
Romina – Si, ¡gracias!

Matías siguió con sus dibujos, mientras Romina comenzaba a juntar sus cosas. Confiaba en que la decisión era la correcta y que el tiempo podía ayudarlos a superar sus problemas. Matías no pensaba lo mismo, pero se había propuesto aceptarlo y tomárselo con calma.
Esa noche hicieron el amor después de dos semanas sin tocarse, sin besarse siquiera. Romina se sintió viva y volvió a confiar en él. Lo llevó por sus brazos, lo caminó con sus labios morados y húmedos, se entregó cual recién casada en su noche de bodas. El sintió lo mismo de siempre, se dispuso como macho que era a cumplir una función, la penetró y lo hizo con fuerza, como si estuviera cobrándose una mala jugada, aunque a decir verdad disfrutó de hacer el amor con ella como en los viejos tiempos…

Continuará...

5 comentarios:

  1. Muchas gracias por pasar y comentar.
    Estás invitado a volver.
    Estaremos pendientes de la continuación de tu relato.
    Saludos!

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  2. Che, muy real esto. Me gustó. Me llegó, no sé, nos pasa a todos todo. Supongo que la diferencia está en cuán rápido nos vemos y qué hacemos con lo que nos pasa. Súper, seguiremos la pista!

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  3. Cuanto desencuentro.
    Si tan solo cada uno supiera lo que el otro espera y necesita...porque pasaran estas cosas en la pareja? porque indefectiblemente pasan, se asumen ciertas cosas como verdades absolutas de uno, cuando sería tan facil hablar, escucharse y dar.

    Y sin embargo, nos enfrentamos y dejamos que las cosas lleguen a un punto sin retorno.

    Y ahora como sigue?

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  4. Como casi maestro mayor de obras, lo entiendo a Matías de una manera especial.
    Y como ex-novio, la entiendo a Romina muchísimo más.
    Saludos!

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  5. Varón... gracias por pasar usted también… vuelva cuando guste… Me gustaron mucho sus publicaciones y pronto estaré volviendo para dar un nuevo vistazo (cuando publique alguna nueva historia)… Saludos.

    Marina, cuan rápido nos vemos y que hacemos con lo que nos pasa… que hacemos es lo mas importante… a veces no sabemos que hacer o lo sabemos, pero nos falta el valor para hacerlo… y bue… las cosas se desgastan hasta el punto de romperse, así de simple… gracias por pasar… y estoy a la espera de la continuación de “Dame un si”. Beso…

    Ana o nada se pierde (aunque me gusta más Ana)… Si tan solo fuéramos capaces de abrir los ojos y reconocer al otro, de verlo así desnudo y solo como un ser individual, las cosas no llegarían a la ruptura… pero que difícil es abrir los ojos… Y sigue como el post siguiente… Le digo una cosa, en su blog siempre me divierto… y eso es algo que le debo a usted… Besos!!

    Mil silencios… que paradójicamente dicen tanto… todos hemos sido ex novios y bueno… son cosas que pasan… y que nos enseñan a valorar lo que vendrá…
    Así que es casi maestro mayor de obras... si vuelve a leer las siguientes partes de esta historia no se ría si me equivoco en algunos términos académicos…. Jaja… Saludos y pasaré pronto por su blog.

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